De Ariana
Las lágrimas de una india,
bañan sus costas tranquilas.
Mecen las azules aguas,
ligeras brisas marinas.
Clara, fresca y elegante,
se extiende cálida y viva,
bajo una frondosa Jagua,
nació esta ciudad altiva.
Son sus calles y sus plazas,
llenas de luz y armonía.
El ayer y el hoy conviven,
en la paz que se respira.
Sus hijos son orgullosos,
su lugar jamás olvidan,
y añoran siempre el azul,
que su ciudad acaricia.
Hermosísima poesia,Amigo José! Te felicito!
ResponderEliminarMaria Lucia
Estoy seguro que Ariana, su autora, agradecerá tu amable comentario, yo coincido contigo y deseo poner, en el Blog, muchos de sus poemas que hasta ahora guardaba para ella sola.
ResponderEliminarMuy bueno
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