domingo, 17 de marzo de 2013

Una digresión, tal vez, Imperdonable (II)

A propósito de la publicación, de una pequeña muestra visual, de mi tesis de Maestría.

Decía en la primera parte de este artículo
…"me permito hacer una digresión del asunto a tratar y ofrecerle un marco de referencia, de una forma mucho más abierta, que está en el trasfondo no escrito, de esta tesis de Maestría, y que a su vez, me brinda una  oportunidad para hablar de mi país y de sus gentes, héroes anónimos, de una historia que aún no termina de ser adecuadamente conocida”… Las líneas que continúan en esta página pretenden lograr este propósito.
Para poder entender la problemática de la imagen en la ciudad de Bayamo hay que conocer su contexto, indagando en el proceso de formación del asentamiento,  vinculado a su  propio emplazamiento, a  acontecimientos históricos que marcaron su rumbo y decisiones políticas   que fueron modelando el espacio físico del sitio.
La Villa San Salvador de Bayamo fue fundada por Diego Velásquez  el 5 de noviembre de 1513, fue el segundo emplazamiento creado por los españoles en Cuba, precisamente este año cumple sus 500 años de constituida.
Al año de su fundación fue trasladada a su ubicación actual en las márgenes del río Bayamo. A sus primeros pobladores debemos el nombre de la ciudad que fue instaurada en dos asentamientos aborígenes ubicados en lo  hoy constituye su Centro Histórico.
Siguiendo lo reglamentado para la época se erigió una plaza, la iglesia, el cabildo, la cárcel, entre otras instituciones de importancia asociadas a  las actividades religiosas y de gobierno.
Grandes acontecimientos naturales, económicos, sociales, políticos, culturales y urbanísticos marcarían su impronta en la vida de la ciudad, su río navegable que favoreció el comercio de contrabando, terremotos y fuertes temporales que limitaron su desarrollo, la guerra emancipadora, contra España, que llenó de gloria a los bayameses, al costo de grandes perdidas en vidas humanas y enormes destrucción de la Villa. Tuvo el mérito  de ser  cuna de nuestro Himno Nacional y  de la Nacionalidad Cubana.
A la pregunta, ¿por qué precisamente en esta zona del territorio nacional comenzó la lucha?, hay que conocer, que en esa época, Cuba tenía  organizado su espacio territorial en dos  departamentos administrativos: Oriente y Occidente.
Esa ubicación espacial, del departamento Oriental, es un factor que no puede ser minimizado y ha tenido su impacto, a lo largo de su historia, en una especie  de “fatalismo geográfico” para  su avance económico y social, al estar separada  del polo de atracción principal de desarrollo del país, ubicado en su porción occidental, con  centro neurálgico, en La Habana.
Esta realidad, fue  fuente de contradicciones, desde esta época, entre las clases dominante, compuesta por  la oligarquía local, constituida  fundamentalmente por peninsulares, que sustentaban el poder económico y político, concentrado en el occidente del país, y el criollo, que emergía con fuerza, como atisbo  de la naciente  formación de la nacionalidad Cubana.
El rígido monopolio comercial español, que no permitía prosperar  a la clase pudiente criolla, que reclamaba  iguales oportunidades comerciales, derechos políticos y como propósito último, el fin del dominio español; donde subyacía, como telón de fondo, la miseria de la población, una parte de ella,  en condiciones de esclavitud, crearon el caldo propicio para el comienzo de La Guerra de los Diez Años, en 1868, contra España, precisamente en la región más atrasada del país,  liderado por un bayamés,  Carlos Manuel de Céspedes, rico hacendado que tuvo como primera acción  emancipadora, conceder la libertad a sus esclavos.
Su entereza se pone a prueba cuando, ante el reclamo español, que abandonara la lucha a cambio de perdonar la vida de su hijo menor; su respuesta tajante: “Oscar no es mi único hijo, soy el padre de todos los cubanos que han muerto por la Revolución”. Por tal actitud los cubanos lo proclamaron Padre de la Patria.
El pueblo bayamés dio  una prueba de su heroico desprendimiento al quemar su Villa antes de  entregarla a las tropas española.
El Conde de Valmaseda, con una columna de tres mil hombres, se dirigió a Bayamo para recuperar el lugar,  se disponía al ataque del sitio, cuando sus ocupantes, conscientes de la inferioridad militar, resolvieron evacuarla el 12 de enero de 1869, al tiempo que sus vecinos, secundando el grito “¡Que arda la ciudad antes de someterla al nuevo tirano!”, le prendieron fuego. Encontrando Valmaseda, al penetrar en la misma, sólo escombros y ruinas humeantes… Una gran parte de su patrimonio edificado fue convertido en ceniza.
Céspedes fue el  primer Presidente de la República en Armas. Murió solo, apartado por los suyos, producto de  las contradicciones internas en las huestes insurrectas.
Su mansión señorial  se yergue en el corazón de la cuidad de Bayamo, como prueba de desprendimiento patrio, atrás quedaron riquezas,  familia…su primer compromiso siempre fue con su Patria. Hoy su legado nutre las ideas  patrióticas que ha alimentado a generaciones de cubanos.


Imágenes del incendio de Bayamo
Una amiga latinoamericana, que se iniciaba en el conocimiento de la historia de Cuba, al recorrer los sitios históricos, de este heroica cuidad, sólo pudo exclamar asombrada…ahora sí entiendo el sentimiento de fervor patriótico de los cubanos, hasta ahora sólo lograba asociarlo,  con  la última etapa de la lucha emancipadora. Continuará con… Una digresión, tal vez,  Imperdonable (III)


Ruinas de la Villa de Bayamo después del Incendio provocado por sus propios pobladores
                                               

Escultura del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo
                                              


Campana de la Libertad en el ingenio La Demajagua, donde Céspedes le dio la libertad a sus esclavos. 
                                                  


Casa de Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo
                                                


Centro Histórico de Bayamo
 



Centro Histórico de Bayamo
 



viernes, 15 de marzo de 2013

Una digresión, tal vez, Imperdonable ( I )


A propósito de la publicación, de una pequeña muestra visual, de mi tesis de Maestría.
Me iba a limitar, a divulgar para ustedes, algunas diapositivas escogidas de la presentación de mi tesis de Maestría, que les permitieran llevarse, al menos, una somera idea, del tema abordado, en el limitado espacio que impone la lógica editorial de este  Blog, como parte del  esfuerzo, de trasladar a muchas personas, todos los trabajos técnicos posibles, que posee el colectivo de arquitectos, ingenieros y de una geógrafa, y que de alguna manera resulta útil socializar, a partir de estas pinceladas técnicas que brindamos, probablemente para un intercambio posterior  entre especialistas, ya  en otro marco, personal o digital, y que puedan tener más demandas específicas, sobre los asuntos hurgados, para lo cual puden contactarnos a través del correo electrónico ( jzayasperez@gmail.com) o dejar sus comentarios en el Blog.
Pero pensando en el resto de Internautas, que accede a nuestras páginas, y donde estos temas pueden no constituir el leitmotiv preferido de sus lecturas, me permito hacer una digresión del asunto a tratar y ofrecerle un marco de referencia, de una forma mucho más abierta, que está en el trasfondo no escrito, de esta tesis de Maestría, y que a su vez, me brinda una  oportunidad para hablar de mi país y de sus gentes, héroes anónimos, de una historia que aún no termina de ser adecuadamente conocida. Continuará con… Una digresión, tal vez,  Imperdonable (II)


                              
  
                               
 
 






                         



jueves, 14 de marzo de 2013

Nuestra Historia en Infinitivo



Por Regina



En todos los tiempos conjugué:
Amar
Desear
Soñar

En pretérito, resto:
Construir
Insistir
Ilusionar

El presente me enseña con dificultad:
Sufrir
Entender
Olvidar

En primera persona del plural, no hay futuro:
 Felicidad, no es verbo


Fue Así…

“No importa la distancia que nos separe, siempre habrá un cielo y un mar que nos una”

                                                                      Por Regina


                                          

dos mundos


una emoción compartida


dos historias


un solo deseo


dos caminos


una pasión


dos vidas


una sola opción


y así…se fue