viernes, 11 de octubre de 2013

Lo Real Maravilloso de Namibia: El pueblo fantasma Kolmanskop


Hace algo más de un año atrás escribí un reportaje que intitule  ¨Lo Real Maravilloso de Namibia¨, evocando al gran novelista cubano Alejo Carpentier, que en el contexto Americano,  si supo encontrar la frase exacta para poner nombre a las cosas inesperadas o inusuales.

El continente Africano, en especial su pueblo, su vasta y variada geografía, ofrecen un atractivo especial al lector y es parte importante del elemento sustantivo de nuestra cultura, regada con la sangre de millones de seres humanos, de este Continente, llevado como esclavos,  a ¨Nuestra América¨.

En aquella ocasión me animaba el deseo de redescubrir, para amigos y  colegas de trabajo, toda la rica geografía y la etnografía de la tierra Namibiana.

Con lo cual iniciamos una serie de  reportajes  para resaltar esos valores, como, Lo Real Maravilloso de Namibia: El meteorito de Hoba. Con la secreta esperanza de poder escribir, de otros  lugares de interés, a través de las impresiones personales, con la visitas a los más sugerentes sitios de este país.

En ese primer artículo, Lo Real Maravilloso de Namibia, decíamos, ¨…. una persona amiga, allende a este continente, me hablaba que había leído  sobre un pueblo fantasma que existe en Namibia.
Para mi sorpresa descubrí, que más de dos años de estancia en este país, del suroeste de África, no son suficientes para revelar  todo el sortilegio de su rica geografía y menos aún permitir mi ilustración en el conocimiento  de la  etnografía  de esta nación, habitada por tan diversas pueblos que conforman la patria Namibiana.

Si los grandes escenarios impresionan por su extensión, no menos impacto sentiremos al descubrir pequeños, y no tan pequeño espacios, creados por la actividad creadora del hombre y reconocer los valores culturales y las tradiciones de este pueblo milenario. 

Explorar  los  sitios que  nos da la naturaleza, erigidos en  lugares notables, en un  paciente trabajo de millones de años.  O tal vez, el disfrute único,  de saber de  la existencia de un   “objeto caído del cielo” que alberga en su territorio, como el meteorito de Hoba.

Así podremos adentrarnos en las diversas facetas, que le dan su inusual atractivo a este suelo,  como la  historia del Castillo de Duwisib, que asociamos a la época del Medievo.

Conocer la historia del pueblo fantasma de Kolmannskuppe o Kolmanskop, en  dialecto africano. Un sitio nacido con la “fiebre de los diamantes”, donde palpita el mismo espíritu del  oeste Norteamericano, con su bien conocida “fiebre del oro”, y hoy yace silencioso, arropado por la arena del desierto, después que su último habitante lo abandono, hace más de 50 años…¨ 


Al repasar un periódico cubano, Cubadebate, descubrí un artículo de El Huffington Post, donde dejaba constancia gráfica de esa visita y decidí compartirla con los lectores como la seguridad que quedarán gratamente impresionados con las  llamativas  imágenes del pueblo fantasma de Kolmanskop.
 

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