sábado, 15 de febrero de 2014

“! Aquí no se rinde nadie, C...!”



Juan Almeida Bosque, nació en La Habana, el 17 de febrero de 1927. Hijo de una familia humilde, solo había alcanzado el octavo grado y su mayor experiencia de trabajo la tenía en el ramo de la construcción. Como conocimientos poseía los de la escuela, hasta octavo grado, y algunos cursos de academias, que por su precaria economía no pudo concluir; sin embargo, siempre le gustó leer y se interesaba vivamente por el acontecer político del país. Fue cuando comenzó a trabajar en el Balneario Universitario que, por el trato diario con estudiantes, pudo tener un mayor contacto con las actividades culturales.
Almeida había conocido a Fidel Castro en el balneario de la Universidad de La Habana, cuando Fidel estudiaba.
Cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Hoy Ciudad Escolar "26 de Julio"
Fue Asaltante al Cuartel Moncada en la ciudad de Santiago de Cuba. En el juicio a los moncadistas, ante el fiscal que le interrogaba, contestó: “Yo declaro bajo juramento que sí participé en el asalto al cuartel Moncada y que nadie me indujo, a no ser mis propias ideas que coinciden con las del compañero Fidel Castro y que en el caso mío provienen de la lectura de las obras de Martí y de la historia de nuestros mambises”. Cuando le preguntaron si se arrepentía de su participación en los hechos, replicó: “No, señor, si tuviera que volver a hacerlo, lo haría, que no le quepa la menor duda a este tribunal”. Es condenado a diez años de prisión a consecuencia de este hecho.
Palacio de Justicia, Santiago de Cuba
Fue ubicado, junto al resto de sus compañeros, en una de las salas del hospital del presidio, separados de los presos comunes. Bajo la presión del pueblo, Batista se vio obligado a conceder la amnistía a los moncadistas.
Tras su llegada a México, participó en los entrenamientos de preparación organizados en la hacienda San Miguel, ubicada en la zona de Chalco, a 40 kilómetros al suroeste de la capital mexicana. El entrenamiento era duro. Almeida emprendió caminatas de cinco o seis kilómetros diarios que luego se extendieron a ocho y nueve kilómetros. Cruce de farallones con sogas, salto, dormir a la intemperie, andar de noche sin luna agarrados uno de otro por una soga.
El 25 de noviembre de ese mismo año, muchos de ellos partieron en el yate Granma a reiniciar la lucha. Entre ellos estaba Juan Almeida.
Tras el penoso desembarco en Los Cayuelos, Almeida, al igual que sus compañeros fue sorprendido por las fuerzas del ejército mientras descansaba al borde de un cañaveral en la zona conocida como Alegría de Pío. En el combate rescató a Ernesto Guevara, médico de la expedición, quien se encontraba herido en el cuello. Al escuchar los gritos que intimaban a la rendición gritó:
Monumento a Juan Almedia Bosque, Santiago de Cuba
 “! Aquí no se rinde nadie, C...!”
Frase que llegaría a convertirse en uno de los símbolos de la Revolución Cubana. Posteriormente se retiró al frente de un pequeño grupo, del que formaban parte, además de Che Guevara, Ramiro Valdés Menéndez, Rafael Chao Santana y Reinaldo Benítez Nápoles. Durante la marcha hacia la Sierra Maestra se les incorporaron Camilo CienfuegosFrancisco González y Pablo Hurtado que también habían quedado dispersos.
Logró reagruparse con Fidel Castro en Cinco Palmas y formó parte del núcleo inicial del Ejército Rebelde.
El 27 de febrero de 1958, Fidel informaba que “ha sido ascendido al grado de Comandante el capitán Juan Almeida Bosque y se le nombra jefe de la columna 3 que operará en el territorio de la Sierra Maestra al este del poblado de María Tomasa, debiendo extender el campo de operaciones lo más lejos posible hacia esa dirección”.
 Las primeras tareas que emprende Almeida como jefe de columna fueron la organización de los grupos de escopeteros que ya existían en esa zona y la preparación de acciones con vistas a apoyar la Huelga General Revolucionaria que la dirección del Movimiento 26 de Julio estaba preparando en el llano.
 En la comandancia del III Frente,cumpliendo orientaciones de Fidel, los hombres de la columna 3 comenzaron a hostigar movimientos del enemigo por las carreteras y a acometer sabotajes. Entre el 10 y el 11 de abril, efectuaron ataques al entronque de Mergarejo y al poblado de El Cobre. En esta última localidad, volaron el polvorín.
Derrotada la ofensiva batistiana, el 16 de agosto de 1958 Juan Almeida estableció su campamento en La Lata. El Tercer Frente, con más efectivos y tres columnas, tenía ahora como misión estrechar el cerco a Santiago de Cuba.
Fuerzas del Tercer Frente en coordinación con unidades del Primer y Segundo frentes participaron durante los últimos días de la tiranía en varios combates decisivos, como los de San José del RetiroMaffoBaire Abajo,Central Palma y Palma Soriano. Paralelamente columnas de ese frente culminaban el cerco a Santiago de Cuba. El 1ro. de Enero de 1959, amaneció con una agradable noticia que propagaba la radio: “Se fue el tirano”.
Valla en la entrada de Santiago de Cuba
Fue Comandante de la Revolución, miembro del Buró Político y Vicepresidente del Consejo de Estado. Por sus muchos y relevantes méritos recibió múltiples condecoraciones y órdenes nacionales e internacionales.
Integró el Buró Político del Comité Central del Partido desde su fundación en 1965, responsabilidad en que fue ratificado en todos sus Congresos. Resultó electo Diputado a la Asamblea Nacional y Vicepresidente del Consejo de Estado, desde la primera legislatura de nuestro Parlamento.
Su legado va más allá de la lucha revolucionaria pues incursionó en el arte como escritor y como compositor musical. En su faceta de compositor y escritor realizó más de 300 canciones y una docena de libros.
El día 11 de septiembre de 2009 a las 23:30, hora cubana, falleció debido a un paro cardio-respiratorio a la edad de 82 años. En su honor, el Consejo de Estado decretó duelo oficial que se extendió desde el día 12 hasta el día 13 de septiembre.
Sus restos mortales fueron sepultados en el Mausoleo del III Frente Oriental, en Santiago de Cuba, junto a otros combatientes de la Revolución cubana.

(Síntesis, tomado de Ecured. Fotos: José Alberto Zayas Pérez)


Amanecer en Santiago de Cuba



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