Terminada la rutinaria labor domésticea del domingo, ahora sé que no tendré pretexto para evitar pensar en los temas recurrentes de siempre: el verdor del paisaje lejano, la familia, el disfrute de la gente en la calle. Aquí vivo en una isla, y no precisamente por estar rodeado de mar. La casa donde resido, ...
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