jueves, 12 de diciembre de 2013

Una nueva batalla en África

La Secretaria Permanente Ms.Sirkka Ausiku, del Ministerio de Gobierno Regional  y Local, La Vivienda y El Desarrollo Rural en Namibia y  el embajador cubano, en este país, Carlos Manuel Rojas Lago, al culminar la firma del Convenio de Colaboración.

En estos días los medios de todo el mundo hablan del deceso del gran líder de pueblo Sudafricano, Nelson Mandela, los sentimientos de dolor conmueve a todo el planeta.

A nuestro pueblo, que hace unas pocas décadas, combatía, con cientos de miles de hombres y sus mejores armas, a las tropas del Apartheid, ha sido, no por esperado, especialmente doloroso.

No sólo por la relación de mestizaje que tenemos con este continente Negro y haber sido Cuba un baluarte en la lucha por la descolonización de los pueblos Africanos, sino por haber tenido un papel protagónico en la preservación de  la independencia de Angola.

¿Quién sabe?, una derrota aplastante de las tropas cubanas, en el campo de batalla, podría haber puesto en riesgo hasta la propia existencia de la revolución Cubana.

Pocas veces se conoce en la historia un gesto más desinteresado de una nación, que al terminar la contienda, que preservó la independencia de Angola, abrió las puertas al surgimiento de la nación Namibiana y contribuyó de manera notable al fin del Apartheid, se retiró militarmente del suelo africano con la satisfacción del deber cumplido y los restos de nuestros compañeros caídos en los combates por la independencia de los pueblos.

Para un mundo acostumbrado a ver cualquier acción de ayuda asociado a intereses hegemónicos y búsqueda de materia prima y mercado, para poder mantener el mundo desigual que nos tocó vivir, la acción de Cuba, carece de todo sentido práctico, en todo caso para su lógica egoísta, que es la única que entiende con facilidad. 
  
El gran líder negro, lo resumió de esta sencilla manera  “El pueblo cubano ocupa un lugar especial en el corazón de los pueblos de África. Los internacionalistas cubanos hicieron una contribución a la independencia, la libertad y la justicia en África que no tiene paralelo por los principios y el desinterés que la caracterizan.

...Nosotros en África estamos acostumbrados a ser víctimas de otros países que quieren desgajar nuestro territorio o subvertir nuestra soberanía. En la historia de África no existe otro caso de un pueblo que se haya alzado en defensa de uno de nosotros”.

En aquel entonces muchas de las naciones occidentales y sus principales líderes, que hoy alaban,  con justa razón, las cualidades humanas de Mandela,  eran el sostén  del oprobioso régimen racista Sudafricano y Mandela era sólo, un subversivo preso.

Tal vez, hay que saber perdonar, como nos enseñó Madiba, lo que no quiere decir que tenemos que olvidar o borrar la historia o peor aún, poner a los adversarios de ayer, como los paladines de la libertad, por la que nunca lucharon.

Todos tenemos un papel en la historia, un gran papel o uno más pequeño, pero no por eso, menos importante.

Ahora hay una nueva batalla silenciosa en África, como ayer, hay miles de hombres y mujeres de Cuba desplegados por buena parte del Continente, sus armas, es el conocimientos adquiridos en universidades Cubanas, producto de la revolución Educacional que llevó a cabo la nueva Sociedad, para dar el derecho al pueblo que le pertenece, o como diría nuestro poeta Nacional, Nicolás Guillén de forma incontestable… “tengo,  lo que tenía que tener”.

La Batalla, esta vez,  es contra la herencia colonial, sinónimo de desigualdad social extrema. Los escenarios, decenas de países, en centenares de regiones apartadas, lejos, muchas veces, del confort de los grandes centros urbanos y si cerca del dolor del pueblo humilde, por mucho tiempo  olvidado.

Ahora, los que cumplimos nuestro anónimo papel en Namibia, asistimos a la firma de un nuevo Convenio de Trabajo, en que los profesionales cubanos, de la Construcción y de la Planificación Física, pueden ayudar a esta nación.

Esta vez para desarrollar un programa de Viviendas para personas de bajos ingresos, ya sabemos de qué hablamos, de la gran  mayoría del pueblo.

Podemos ver el agradecimiento ciudadano de muchas maneras, puede ser en una señalética, de una esquina de Windhoek, con el nombre de Fidel,  en un discurso de agradecimiento de un líder local, en el reconocimiento a nuestro trabajo profesional, en una carta de solicitud para que no se vayan  los expertos cubanos.

En esta nueva tarea, los pueblos africanos y sus líderes, saben  que  también podrán contar con nosotros.

 

 

El Presidente de Namibia, Hifikepunye Pohamba, compartiendo con los colaboradores Cubanos
 

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