Soy Feliz porque soy Gigante

Vivo en un país libre/Cual solamente puede ser/Libre…

Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante del país ubicada  en el oriente Cubano,  es incapaz de diferenciar los días y las noches, un hervidero de personas disfrutan de los más famosos carnavales del país.

Durante un año los jóvenes y no tan jóvenes, esperan con ansiedad esta fiesta del color, la ciudad se vuelca para la calle, los sentimientos  adquieren vida propia y parecen fluir  a través de los cuerpos estremecidos por el ritmo de la música y el alcohol.

La moda  parece convivir en un espacio intemporal   donde se funden diferentes  épocas: hombres de las cavernas, vampiresas, esclavos,  mambises, corsarios, rockeros,  playeras…Todos mezclado, en una alegría    desbordante que acompaña las congas, paseos y carrosas  a través de  las principales calles de la ciudad,  en deslumbrante  coreografía de originales pasos y llamativos vestuarios,  al ritmo de expertos bailadores,  embargados  por  la magia  que produce una   alegría sin límite y donde se funden, en una masa compacta, el estudiante, la ama de casa, el doctor, el ingeniero, el arquitecto, el dirigente, el militar…acompañado por  los fuegos artificiales que  tiñen de colores la ciudad heroica.    

En esta tierra en este/Instante/Y soy feliz/Porque soy gigante

También en otra época, o quizás en la misma, una masa  de pueblo  disfrutaba de esta manifestación cultural, fruto del nuestro mestizaje. Un grupo de jóvenes postergan sus ansiados jolgorios, en aras de una causa mayor, aprovechaban las circunstancias propicias de la distracción de la fuerza de la tiranía para realizar el sueño de José Martí, en el año del centenario de su nacimiento, y de tantos patriotas cubanos que habían luchado durante mucho tiempo por lograr una independencia verdadera para nuestra Patria.

Los ataques a los Cuarteles: Moncada, en Santiago de Cuba, y  Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, fueron la clarinada del reinicio de la lucha, una vez más,  de nuestra nación.

El fracaso de la acción, la cárcel, el exilio en México, la lucha en la Sierra Maestra, el Triunfo de la Revolución, la invasión de Bahía de Cochino, la Crisis de los Misiles, la humanidad al borde de su desaparición, las bandas contrarrevolucionarias sembrando la muerte y la destrucción en el país, los sabotajes contante contra objetivos económicos y civiles, los atentados contra los principales dirigentes de la Revolución, el derrumbe del campo socialista Europeo, el Periodo Especial, las limitaciones económicas… los apagones eléctricos, la escases de productos alimenticios, ropas y medicinas, las limitaciones de transporte,   la lucha por la supervivencia, mis hijos, mis familiares, mis colegas de trabajo, mis amigos, mi pueblo… Una  epopeya que ha forjado la voluntad de un pueblo, una odisea  propia de Gigantes.

Soy feliz/Soy un hombre feliz

La recuperación económica del país, los avance en la medicina…el desarrollo de la biotecnología con sus nuevas productos vacunales  contra numerosas enfermedades y preparados terapéuticos contra variadas patologías de  Cáncer….el perfeccionamiento de la educación y el deporte.

El desarrollo del Turismo como fuente importante de ingreso al país. El cambio de la base económica, de nación azucarera, por casi 500 años, a país que vive de sus servicios técnicos,  con sus miles de profesionales trabajando en decenas de países del mundo, brindando un tipo de cooperación que va más allá del aspecto comercial y se inserta en una cooperación de hermanos, propias de países del Sur.

Los retos por vencer, los cambios necesarios en el modelo económico del país, la eliminación de las medidas prohibitivas que surgieron en una determinada coyuntura política y había permanecido en  el tiempo, por diversas causas. La lucha contra diversos males sociales, estimulado durante  el Periodo Especial, para evitar que se arraiguen en la sociedad cubana actual.

Y quiero que me perdonen/en este día/ los muertos de mi felicidad

En una  mañana fría, estamos en invierno namibiano, la temperatura oscila los 10 grados centígrados. Desde hace semanas las mentes de los colaboradores cubanos y el Consejo de Dirección de la Misión Estatal Cubana en Namibia sólo piensa en los preparativos para  celebrar la actividad Política-Cultural Central,  en saludo a un nuevo Aniversario del Día de la Rebeldía Nacional, el 26 de Julio.

Reuniones van y reuniones vienen, comisiones de trabajo, aportes de los colaboradores, un salón de un hospital Público, donde se concentra una parte  importante de los cooperantes cubanos, servirá de escenario al evento.

El jefe de la misión médica, dos ingenieros y un médico , serán nuestros choferes. Una funcionaria de la Embajada, varias doctoras, pediatra, dermatóloga, interna.. Se encargaran de preparar los alimentos, claro que el puerco asado y el congrí no pueden faltar.

En la preparación, limpieza del local y su decoración estará  a carga de un nutrido colectivo de colaboradores. La música la garantiza un farmacéutico y un electro médico. Los usuarios,  todos los colaboradores, incluso los pocos que no saben bailar.

Es día de recuento, para pensar en  la historia pasada,  pero con la mente puesta en los retos por vencer. El Embajador en funciones, Antonio Pubillones, tendrá en sus manos la conducción de la actividad política. 

Como diría nuestro poeta Nacional Nicolás Guillén, "todos mezclados". Gente de pueblo formado por la revolución educacional Cubana, capaz de dar una respuesta profesional  en su perfil laboral, pero sin olvidar su origen y su gratitud a los jóvenes que abrieron el camino de la definitiva independencia de nuestra Patria.

A los combatientes que ofrendaron sus vidas, sólo podemos decirle,  perdón, en este día de felicidad para todos los cubanos y  también para  los latinoamericanos que celebran, como propia, esta fecha que marca el comienzo de la definitiva independencia de  ¨Nuestra América¨, al decir de nuestro José Martí.

Un mar de imágenes también escolta este texto, verán a los profesionales cubanos en plena acción, respirando  Revolución y bailando nuestra contagiosa música, al ritmo de un nuevo 26 de Julio, acompáñenos en esta fiesta de Latinoamérica y el Mundo. (Letra, "Pequeña Serenata Diurna" de Silvio Rodríguez. Fotos, Neila Cortes y José Zayas)