jueves, 6 de mayo de 2021

El Viejo.

 

El Viejo.

 

El hombre subió la escalera y llegó a la casa del octogenario, la reja y la puerta estaban abiertas, y en el medio de la sala, un señor se balanceaba mientras parecía mantener una animada conversación con alguien de la casa.

Al desconocido se paró en la entrada del lugar y solo esperaba el momento para hacer notar su presencia.

El viejo seguía gesticulando, mientras sonreía y contaba historias pasadas, repitiendo a intervalos, ¨te acuerdas Laura¨. Su cuello, curiosamente torcido, oteando el lugar en busca de oír un inexistente sonido o por momento cambiaba la expresión de su rostro, dibujando una mirada nostálgica, que parecía invadir todo el espacio.

En realidad, más que una charla entre dos, sonaba a un soliloquio. El anciano notó, por fin, la figura del hombre en su puerta.

– Lo siento, no me percaté de usted; cuando converso con ella me absorbe totalmente, es una mujer muy enérgica- dijo el anciano a modo de disculpa.

– Luego seguimos Laura – expresó diligente, dirigiendo una mirada picara al cuadro que, colgado de la pared, portaba un hermoso retrato de mujer, ya entrada en años.

– Perdóneme, qué desea usted señor – habló con candidez el anciano, ante la inesperada presencia del extraño.

– Siento interrumpirlo, pero pensando lo bien, no es nada importante, sólo equivoqué la dirección – dijo con turbación el desconocido, antes de marcharse con prontitud.

No se conforme.

 

¡No se conforme!

Un contacto de trabajo, entre varias instituciones importante del territorio, para debatir un nuevo, y viejo, tema, las violaciones de las regulaciones en la zona de Centro Histórico de la ciudad de pmBayamo y otras zonas de interés de la provincia.

El loable esfuerzo no es nuevo, se repite desde hace varias décadas, pero si es meritorio que personas con nuevas responsabilidades de dirección expresen la voluntad y el deseo de cambiar una realidad que lacera la imagen de la ciudad al atentar contra la morfología del espacio citadino.

Las visiones son amplia, pero todos coinciden que debemos hacer las acciones distintas si queremos otros resultados. Una arquitecta de experiencia argumenta, con razón, que si cada cual hiciera lo que le corresponde, no habría nada que debatir, pero todos sabemos que la vida no es tan lineal, debería ser así, y por muchas razones usuarios de la ciudad, violan las regulaciones, recogida en los Planes Maestros, lo que empobrece la gestión del Plan, combinado con deficiencia en la inspección territorial. Acompañado, en ocasiones, con cierto grado de voluntarismo, y una pobre asesoría especializada.

Vivimos en un mundo de saberes, nadie puede dominar todos los temas posibles, para eso están los asesores y su función, con todos los elementos técnicos posibles, dar las opciones para una buena toma de decisiones en los diferentes niveles.

¡No se conforme!, a veces es necesario nadar contra la corriente, si lo respaldan buenos argumentos técnicos y lo sabe defender, no lo dude que será escuchado y su interlocutor no será ajeno a su lógica, cierto, con una cuota de esfuerzo, y sobre todo con mucha experticia en sus obligaciones funcionales.

En mi opinión, el problema sigue latente por mucho tiempo porque asumimos una actitud reactiva ante los problemas, debemos librar la batalla en dos frentes: el inmediato, resolver los casos concretos que atenta contra la imagen de la ciudad y enfocarnos en el problema estratégico.

La frecuente mala decisión tiene como mal de fondo la visión sesgada de los problemas urbanos, donde cada uno de las instituciones establece estancos que no están interconectados. Se imaginan un cuerpo que cada órgano funcione independiente, eso es imposible, como es imposible ver la ciudad de forma parcializada, entonces ¿cuál puede ser las posibles propuestas de solución?, de inmediato es necesario contar con un espacio previo a la toma de decisiones en que se puedan debatir los problemas y se sugieran acciones que correspondan.

Esa propuesta debe tener más de 30 años, surgió de los profesionales de la UNAICC, y más recientemente en la UNEAC, con la propuesta de una ¨Ciudad Creativa¨ y se resume que todos los proyectos de la ciudad, urbanísticos, arquitectónicos y culturales se analicen y se nutran de las visiones de los principales actores.

Hacerlo ahora, no será ni siguiera innovador, para los que le temen al cambio, ya existe, con diferentes nombres, implementado con igual propósito en varias provincias del país, con mayor o menor éxito. En todo caso sería el primer paso de los muchos que debemos dar. En el artículo ¨Una compleja realidad, la ciudad¨ me refiero ampliamente a este tema.

Pienso que hay conciencia de la situación, solo queda establecer los puentes que nos permitan hacer de Bayamo y del resto de la ciudades y pueblos del país, ¡El mejor lugar para vivir!